Recorrido
Tiempo aproximado de duración: 2 horas, 30 minutos. Predominio de: pinares, encinares y olmedas.

El recorrido lo comenzamos en la vaguada que se encuentra a la derecha del camino de Garabitas. Allí podemos ver olmos y fresnos de pequeño tamaño mezclados con retamas. Próximo a la carretera, y a la izquierda, se sitúa un pinar de pinos piñoneros de gran tamaño. Continuando ahora por la carretera, vemos pequeños grupos de olmos a ambos lados de ella; en las elevaciones que se ven desde este punto a la izquierda se distinguen unas repoblaciones jóvenes de coníferas en las que se mezclan pinos y cipreses con algún ejemplar de encina como restos del antiguo encinar que debió existir en la zona.

En la ladera de la izquierda, y cerca de una pequeña curva que la delimita, hay una olmeda de jóvenes ejemplares mezclados con algún fresno, sobre todo en las zonas más próximas a la cuneta. Esta olmeda se prolonga hasta ser totalmente sustituida por fresnos, entre los que aparecen algún grupo aislado de taray, pequeño arbolillo o ybusto de porte delicado y ramas dispersas que presentan hojas escamosas algo similares a las del ciprés. En el mismo borde de la carretera podemos encontrar algún chopo, fácilmente identificable
por su gruesa y agrietada corteza.

Por el lado dcho. parte una pequeña carretera que lleva al antiguo repartidor de aguas. Es una pequeña subida que termina con alineaciones de cipreses a ambos lados. Ya en la explanada, y justamente delante del repartidor, se encuentra un grupo de acacias de tres espinas, árbol espinoso y de frutos grandes que recuerdan al del algarrobo, y rodeando el repartidor, más alineaciones de cipreses. En su esquina noroeste hay un ejemplar de cedro notable por su tamaño.

El repartidor es un pequeño depósito rectangular con paredes de cemento y rodeado por una verja de hierro; en su tiempo sirvió como punto de distribución del agua del Canal de Isabel II. El área circundante al repartidor está ocupada casi exclusivamente por grandes pinares. Vamos a continuar el recorrido bordeando la ladera Sur del Cerro Morán, volviendo de nuevo a las proximidades de la carretera del Cerro Garabitas. A partir, de este punto se encuentra bordeada por grandes ejemplares de pinos, reparando las repoblaciones recientes de pinos y cipreses que existen a ambos lados. Cerca del lugar llamado Cuatro Caminos, las repoblaciones del lado izquierdo terminan por dar paso a un encinar. Antes de coger el camino que, siguiendo por la cuerda de Garabitas llega hasta la cumbre del cerro, existe algún ejemplar de cedro de pequeño tamaño y unos cuantos almendros.

El cerro Garabitas se encuentra totalmente rodeado de plantaciones de pinos y cipreses jóvenes, excepto en las zonas altas, donde aún se conservan restos de encinar. Este cerro es el 2º punto más alto de la Casa de Campo, con sus 677 metros de altitud sobre el nivel del mar. Es una antigua terraza fluvial en la que se han encontrado abundantes restos prehistóricos, y donde la visión es espectacular con la ciudad de Madrid por un lado y por el otro prácticamente toda la sierra de Guadarrama.