El rey Carlos III nombró el 21 de julio de 1760 a Francisco Sabatini para "el servicio real y fue el artífice de una gran reforma que se dio en la Casa de Campo. El ascenso profesional de Francisco Sabatini en España fue fulgurante.
Carlos III confiaba en él y le allanó el camino para convertirle en la figura más representativa. La falta de competidores facilitó el ascenso de Sabatini. Como hemos señalado, la Casa de Campo pasaba por una etapa de decadencia a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. Noticias de este abandono las encontramos en los escritos que se encuentran en el Archivo General del Palacio Real ,que nos hablan de la mala administración y abusos cometidos en la Casa de Campo y la manera de remediados. Todos ellos ahondan en la falta de recursos económicos, en la ausencia de un capital humano suficiente. También la documentación insiste en las reparaciones precisas que necesitan hacerse en la finca debido a las riadas del Manzanares: reparación del palacio, casillas y tapias de la Real Casa.
En suma la propia semántica de algún documento resulta relevante por el tono de lamentación que imprime: "Sobre el mal estado de la Casa de Campo y lo necesario que sería acudir para su conservación siendo el mejor sitio muy abundante en agua en donde se podía obtener más usufructo si se cuidase a tiempo las aguas y la huerta. Así, la política de Carlos III se basó en buscar un equilibrio que no alterarse el ecosistema del lugar La Casa de Campo se había convertido en etapas anteriores en lugar habitual de paso para los habitantes de los pueblos de alrededor con los consiguientes deterioros.
En estos años se planteó la disyuntiva de racionalizar u ordenar este libre paso de hecho, convirtiéndolo en un nudo de comunicaciones con Húmera, Pozuelo o Aravaca, en suma, de salida de Madrid, o de convertido en un coto reservado y protegido de carácter áulico. Se optó por lo segundo.
El levantamiento de la cerca, la persecución de los furtivos y matuteros, y el estricto sistema de pases para franquear la entrada lo demuestran. Sólo se otorgaban pases de entrada a la Casa de Campo a individuos de la nobleza, a los embajadores y representantes de las Cortes extranjeras, a individuos del palacio y a algún familiar de los empleados de mayor confianza de la Real Posesión Para todo ello se reforzó un sistema de vigilancia a base de guardas debidamente uniformados.
Con la llegada del rey Carlos III, la terminación del Palacio Real servirá de motor para consolidar la redefinición de la ciudad potenciando toda esta zona próxima al Manzanares.
Fue Francisco Sabatini quien intentó llevar a la práctica esta idea. Sabatini establece un plan de reconstrucción del Real Sitio y Bosque de la Casa de Campo que incluía obras de reparación de diversa índole: remodelación del Palacio y Jardines del Reservado , la cerca, la construcción de la parroquia nueva de la Torrecilla, la renovación de la iglesia de Rodajos, las restauraciones de las casas de los guardias, reparación de los estanques, la organización de nuevos plantíos, la construcción de cinco puentes sobre el Arroyo del Meaques
La remodelación de la antigua Casa de Vargas se inició en 1773. El edificio se encontraba situado en los terrenos próximos a la Puerta del Rey y dada su cercanía con el río Manzanares había sufrido daños desde su construcción por las diversas riadas.