A través de esta ruta recuperaremos la historia de cómo se fundó el valle al mismo tiempo que atravesaremos uno de los pinares mas impresionantes del alto Lozoya como es el llamado pinar de los belgas.
La excursión da comienzo en el área recreativa de La Isla junto al P-K. 32 de la M-604 o carretera de Cotos sitio ideal para reponer fuerzas al final de la misma por tratarse de una ruta circular y muy fácil de realizar.
Comenzaremos a subir muy despacio por la pista que nos lleva a la pradera de los Robledos fijándonos muy bien en el pinar por la abundancia de flora micológica que existe en el lugar tanto en Otoño como en Primavera.
Este camino desemboca en la pradera conocida como el Mirador de los Robledos al pie del macizo de Peñalara
donde la panorámica es impresionante ya que se observa en sentido longitudinal todo el valle hasta el embalse de Pinilla del Valle comprendiendo mediante unas sencillas explicaciones la formación geológica del Valle del Lozoya y la Sierra de Guadarrama.
En medio de esta nava existe un gran monolito de granito dedicado a la guardería forestal y a su primer centenario-1977 desde su fundación.
y a la dcha. una rueda de direcciones metálica que nos informa según donde apuntemos, de los nombres de las montañas, pasos y hoyos de toda la sierra de Guadarrama y Cuerda Larga.
De espaldas tenemos la senda que nos lleva a Cabeza Mediana y que nosotros cojeremos en sentido contrario recorriendo un camino perfecto para reconocer arbustos asociados al pinar, mucho de los cuales en Verano pero sobretodo en Otoño e Invierno están cargados de los llamados frutos del bosque. En mitad del trayecto observaremos a la izda. de la senda una pequeña laguna ideal para fotografiar ya que refleja en sus calmadas aguas los altos pinos que la rodean.
Seguiremos avanzando y antes de cruzar la carretera de Cotos y oculta entre el pinar nos acercaremos a la llamada Casa de La Horca en donde según las antiguas tradiciones segovianas muchos malhechores acabaron su vida colgando de los pinos que están a su izda.
Parece ser que los bandidos eran conducidos maniatados y escoltados por guardianes a caballo hasta el medieval puente del Perdón donde le esperaba los jueces o”quiñoneros” y el numeroso público asistente, si era indultado se le aconsejaba que lo cruzara rápidamente perdiéndose el agraciado por el camino de la Morcuera.
Si por el contrario se le consideraba culpable o no existía el arrepentimiento la comitiva se ponía en rumbo 5 Klms. hacia arriba hasta la Casa de la Horca. Allí esperaba el verdugo que con mirada fría y lúgubre preparaba la soga que quitaba la vida del malhechor colgándole de un pino.
Algunos pastores aseguran que a pesar de la apariencia inofensiva de la casa y de la belleza del pinar por la noche y sobretodo en invierno se oyen las voces de los que aquí perdieron su vida.
Cruzamos la carretera de Cotos y ya de bajada no encontramos de frente con el Lozoya que aquí baja rápido hasta detenerse en la presa del Pradillo que ya se advierte desde lejos por el ruido de sus aguas al caer en amplia cascada. Es obligado detenerse frente a ella y contemplarla un rato además de por el frescor que da el salto a toda la zona.
Seguimos bajando por la izda. del río y una serie de praderas a su orilla nos invita a parar ,contemplar y reponer energías si hiciese falta.
Un klm. mas abajo llegamos a nuestra meta y punto de salida en La Isla donde justo en el puente que cruzamos para acceder al lugar, vemos como la potencia del río al pasar por un estrecho y angosto paso, ruge con sus aguas deformando el duro granito.
*Excelente ruta panorámica del valle y del río Lozoya de unos 5 klms. muy apta para todo tipo de público y que es realizable en cualquier época del año
*Es ideal para conocer aspectos históricos y geológicos de la sierra además de conocer la botánica de un ecosistema de pinar, bosques de ribera y las especies micológicas asociadas a los mismos.
*Es conveniente llevar primáticos así como lápiz y papel para el que quiera recordar un montón de nombres complicados.
*En Invierno existe la posibilidad de realizar una excursión con raquetas de nieve por fácil senderos de la zona.